Nace Escape Fake, un proyecto que promoverá herramientas para que jóvenes de 16 a 21 años sepan detectar las fake news (noticias falsas). Esta iniciativa ha sido cocreada por Fundación Banco Sabadell, Fundación Exit, Mobile Week —un programa de la Fundación Mobile World Capital Barcelona— junto a la empresa EdTech Learn To Check.
“Una alianza contundente”, valora el director de la Fundación Exit, Nacho Sequeira. Bajo este paraguas se crea un programa formativo y de innovación social sobre verificación digital que quiere cubrir los vacíos actuales respecto a esta problemática. Sequeira habla de “empoderar” a los participantes (unos 75 alumnos) para que sean “más conscientes, más críticos y sobre todo, más curiosos”.
De tal forma que, cuando miren las pantallas de sus teléfonos, sean “parte activa de la solución” para acabar con la desinformación. Así cree que además de ser “figuras críticas”, formarán “parte del cambio” para “influenciar a otras generaciones” con menos competencias digitales.
Las tres fundaciones y la EdTech detrás de Escape Fake se muestran optimistas. En palabras de Sequeira, es un “primer gran paso” que se contagiará y hará que se conviertan “en agentes de cambio social” entre sus amigos, familias y conocidos. “Tener una visión crítica de todo lo que leemos es muy importante para evitar la desinformación”, menciona.
A lo largo de tres meses, las escuelas de Barcelona, Málaga y Hospitalet de Llobregat formarán contra la desinformación mediante estos escape room basados en temáticas que les afectan. Además, estarán alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030. Algunos “muy presentes” en redes sociales, asegura Sequeira, como bulos sobre “tabaco, alcohol y otras drogas; mentiras virales en el instituto; bulos sobre género e identidad o sobre inmigración y minorías”.
La ventaja del ‘Learning by doing’
Esta metodología innovadora será el eje central de Escape Fake. El director de la Fundación Exit adelanta a Innovaspain que cuando se empezó a gestar el proyecto, todos los actores pensaron en “un formato actual y participativo” que obliga en su transcurso a impulsar “una reflexión y un aprendizaje más profundos”.
Que los jóvenes se sientan los protagonistas; que potencie la participación ciudadana “directa” y que aprendan a utilizar “herramientas de cambio social” fueron algunas de las razones, esgrime. Las dinámicas que se van a usar en esta primera edición del proyecto no son nuevas para el partner educativo que participa, Learn to Check.
En concreto, estas se trabajarán en el aula “en grupos y acompañados” por un educador y un voluntario de Banco Sabadell o de la Fundación Mobile World Capital Barcelona. En las distintas fases del proyecto se irán presentando los retos en las aulas, además de tres webinars sobre verificación digital, de una hora de duración cada uno. A través del trabajo en equipo entre integrantes de cada grupo y educadores y voluntarios se materializará cada escape room temático.
Una vez estén todos listos, un comité de expertos especialistas “y con amplia experiencia profesional” en cada categoría se encargará de examinarlos. Ellos son Cristina Ribes (Fundación Gasol), Daniel Morales, director de Responsabilidad Social Corporativa y Fundación en Orange España, Concepció Fuentes (Universitat de Girona), Alexandre López (UOC), Oriol Esculies (Proyecto Hombre), Liliana Arroyo (ESADE), Miquel Àngel Prats (Blanquerna) y Fernando Suárez (Diputación Ourense).
Completan el listado Tatiana Guerrero (Ajuntament de Barcelona), Gonzalo Fanjul (Por Causa), Tomás Pastor (Newtral) y Aurora Mínguez, experta en periodismo. Eso sí, solo uno será el ganador. “El premio consiste en hacer realidad esta instalación de escape room, que se quedará en el centro, en el barrio o en algún punto de la comunidad”, añade Sequeira.
Repensar las herramientas de los nativos digitales
Preguntado sobre por qué han decidido centrarse en este rango de edad, responde: “estos jóvenes son uno de los grupos más predominantes en las redes sociales. Prácticamente toda la información que reciben es a través de éstas, por lo que son elementos determinantes para entender la manera en la que circula el conocimiento en este grupo de edad”.
No es ninguna novedad que desde hace años aumenta el flujo de informaciones falsas. Por eso para los organizadores la desinformación es “uno de los desafíos prioritarios”. La capacidad de pasar por reales hechos que jamás ocurrieron tal como se cuentan y que estos se viralicen “en un abrir y cerrar de ojos” es la premisa que se proponen combatir.
Otro objetivo es sembrar una semilla en los jóvenes participantes. “La solución a la desinformación pasa por el empoderamiento ciudadano. El pensamiento crítico, la innovación y la influencia social son claves”, reflexiona, en un mundo que cambia “a un ritmo vertiginoso” y donde es “imprescindible” renovarse para estar preparados de cara a contextos futuros.
Es esta velocidad la que precisamente puede dejar atrás a los jóvenes con menos recursos. Sequeira pone énfasis en la importancia de la educación para disminuir estas brechas. “Educación y tecnología van de la mano y creemos que es un engranaje extremadamente potente a la par que delicado”.