Su elevada densidad energética y su nula emisión de gases de efecto invernadero han convertido al hidrógeno en uno de los candidatos a sustituir a los combustibles fósiles como fuente de energía en sectores tan importantes como el del transporte. Por eso, los investigadores se afanan por encontrar las técnicas que permitan su producción de la forma más barata y sostenible posible.
Es el caso de un equipo de científicos del CSIC y la Universitat Politècnica de València, que han desarrollado una membrana cerámica que permite producir hidrógeno a partir de gas natural de manera más barata y limpia. De hecho, con este nuevo método, se obtiene el combustible en un solo paso y sin apenas perder energía. Y entre sus principales aplicaciones, destacan ámbitos como el de los vehículos eléctricos de pila de combustible o la industria química.
Según ha explicado el director de la investigación, José Manuel Serra, “el desarrollo e introducción en el mercado de coches híbridos y eléctricos va a permitir en los próximos años reducir el impacto del transporte en las emisiones de CO2 y, por tanto, en el efecto invernadero del planeta. El siguiente paso natural, como demuestra la apuesta de grandes marcas del sector de la automoción, es la implantación de vehículos de hidrógeno, que tienen mayor autonomía y un repostaje mucho más rápido que los eléctricos”.
La clave de esta investigación, cuyos resultados se han publicado en la revista Nature Energy, está en que los científicos han logrado desarrollar un reactor de membrana de separación de gases operada eléctricamente que permite la producción endotérmica de hidrógeno con una pérdida de energía casi nula. En este sentido, Serra ha destacado que “es posible generar hidrógeno a presión en un solo paso con gran eficiencia a partir de electricidad y gas natural o biogás y, además, permite separar de manera simultánea el CO2 y no emitirlo a la atmósfera. Nuestro método permite que el hidrógeno se pueda utilizar en las mismas gasolineras, comunidades de vecinos, garajes o granjas”.
Baja huella de carbono
Otro de los puntos a favor de esta nueva tecnología, ha señalado Serra, está en su carácter sostenible. Así, “en el caso de utilizar electricidad de fuentes renovables, nuestro sistema permite que generar hidrógeno tenga una huella de carbono muy baja. También podemos almacenar la energía renovable en pico de producción en forma de hidrógeno comprimido para su uso posterior cuando la demanda eléctrica sea mayor, o como combustible de vehículos”.
Finalmente, el investigador ha incidido en que esta nueva forma de producir combustible hará que los vehículos con pila de hidrógeno puedan alimentarse con una eficiencia energética y una simplicidad similar a la de un vehículo eléctrico de batería. De hecho, como el gas natural como fuente de energía primaria es más barato que la electricidad, el hidrógeno podría convertirse en una alternativa económicamente más rentable para los automóviles.