Un trabajo desarrollado en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), publicado en la revista científica Future Generation Computer Systems, propone una nueva métrica, bautizada como BECloud, que permite cuantificar la elasticidad de los servicios en la nube. Se trata de una propiedad fundamental en este tipo de servicios pero, hasta ahora, no existían métricas ni metodologías estándar que permitieran mediarla o analizarla.
Se considera que un servicio es elástico si se adapta bien a los cambios pero mantiene su calidad y minimiza los costes todo lo posible para adaptarse a las exigencias del cliente o usuario. Marta Beltrán, autora del artículo científico, ha explicado que “con este nuevo enfoque podemos analizar la elasticidad de manera sencilla y en profundidad, ya que la herramienta que hemos desarrollado es automática y permite analizar sin esfuerzo qué factores influyen más en la elasticidad de un servicio”. En su opinión, la ausencia de métricas y metodologías “hace muy complicado tener en cuenta la elasticidad como un factor más en los acuerdos de nivel de servicio que se firman con los proveedores o evaluar y comparar diferentes servicios para escoger el que tenga mayor elasticidad”.
Una de las conclusiones del estudio es que la elasticidad es una escalabilidad barata, rápida y precisa. Es decir, que según Beltrán, “para que un servicio sea elástico, tiene que ser escalable, pero minimizando los costes de esta escalabilidad, consiguiendo que sea ágil y que se ajuste lo más posible a las necesidades del usuario final”.
Asimismo, esta investigación ha estudiado cuáles son los elementos facilitadores de la elasticidad, tanto desde la perspectiva de los proveedores, como desde el punto de vista del cliente. De esta forma, según los autores de este trabajo, se podrán solucionar muchos de los problemas que surgen cuando se necesita trabajar con entornos elásticos.