El patrón melódico o, dicho de otra forma, el esqueleto de un determinado palo del flamenco representado de forma visual gracias a un algoritmo. Este es el nuevo paso que han dado desde el equipo del Departamento de Matemática Aplicada II de la Universidad de Sevilla (US) que trabaja desde hace casi quince aplicando principios informáticos a este estilo musical.
El hallazgo supone una base para clasificar los distintos palos del flamenco y las diferentes tradiciones orales melódicas asociadas a un cante concreto. Se abre la puerta así al desarrollo de una aplicación que, por ejemplo, permita que el público de un espectáculo flamenco sepa, con solo mirar el teléfono móvil, qué está interpretando el cantaor.
Para realizar esta codificación, los científicos han tomado como datos de estudio la interpretación que han realizado a lo largo de la historia los grandes maestros del cante de los distintos tipos de fandangos de Huelva. Así, señalan desde la Fundación Descubre, han realizado una diferenciación entre los diversos intérpretes de las variantes más significativas como son los fandangos Valientes, de Alosno o de Calañas. Cada estilo o palo tiene unas características melódicas transmitidas por tradición oral y la aplicación desarrollada ha conseguido plasmar gráficamente la base melódica de cada variante.
De esta forma, el algoritmo es capaz de realizar una comparación visual y en tiempo real de la melodía típica de cada estilo y la interpretación de ella que realiza cualquier cantaor. Así, es posible observar la manera de evolucionar que tiene cada cante y la personalidad propia que aporta cada cantante al estilo. No ha sido una tarea fácil porque, tal y como señala José Miguel Díaz-Báñez, profesor de la US y responsable del estudio, “la voz flamenca tiene una ornamentación importante y el tratamiento con ordenador es muy complicado”.
El artículo titulado ‘Computing melodic templates in oral music traditions’, publicado en la revista Applied Mathematics and Computation, ofrece un código a disposición cualquier experto que desee analizar los diferentes tipos de estilos del flamenco, incluso es válido para aplicarlo a otros estilos musicales de tradición oral de cara a realizar las mismas mediciones melódicas.
Acercar el flamenco
El proyecto COFLA (COmputación y FLAmenco) comenzó a dar sus primeros pasos en 2005 y su objetivo es desarrollar algoritmos y programas informáticos para analizar la música flamenca. Se han ido consiguiendo distintos objetivos en este sentido, como la transcripción automática del cante, la detección de falsetas (floreo o solo de guitarra, sin voz), o la ya mencionado extracción del patrón melódico de un palo del flamenco.
Su trabajo puede traducirse en un gran número de aplicaciones directas. El equipo de científicos de la US no tiene previsto encargarse de posibles líneas de comercialización; prefieren centrarse en la labor investigadora. Pero están dispuestos a colaborar con cualquier entidad interesada en lanzar este tipo de app al mercado.
En declaraciones a Innovaspain, Díaz-Báñez afirma que abordan un “trabajo infinito”, ya que se puede avanzar en muchas dirección: detección de patrones repetidos, clasificación automática de los audios, etc. “Hay muchísimas tareas en las que estamos involucrados y a cualquiera se le puede ocurrir otras nuevas”, añade.
Con cada paso quieren aportar valor al estudio del flamenco, además de desarrollar herramientas para la formación y divulgación del este arte, acercándolo a los estudiosos y turistas que visitan Andalucía.
El profesor de la US considera que el flamenco como objeto de estudio no está tan bien considerado en España como debería. “Es una música de alto nivel, muy bien construida y difícil de interpretar. La prueba es que mantiene su vigencia en el tiempo. Se construyeron sus fundamentos a finales del siglo XIX y principios del XX y ahí sigue. De hecho, otras músicas beben del flamenco para enriquecerse”, añade. Por eso cree que “no se está sabiendo explotar como bien cultural”.