La historia de Upani comienza en plena pandemia. Durante los meses de confinamiento, en los que Juan Cortázar y Marina Cortázar, dos primos de Vitoria, vivieron como tantas otras personas una situación de ansiedad y estrés. Buscando soluciones alternativas para mejorar su bienestar, descubrieron el CBD -uno de los cannabinoides más conocidos y estudiados debido a sus propiedades terapéuticas- y con el tiempo, decidieron emprender y abrirse hueco en el sector de la cosmética natural. Así nació Upani, una marca familiar con un firme propósito: “mejorar la calidad de vida de las personas a través de productos de alta calidad, basados en la ciencia y la naturaleza”, explican sus fundadores.
Sus productos cosméticos ricos en CBD tienen el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que sufren de insomnio, ansiedad y dolores. “La eficacia de este cannabinoide natural está respaldada por numerosos estudios científicos y por su uso en la medicina, como en el caso del medicamento Epidiolex, aprobado por la FDA para tratar ciertos tipos de epilepsia”, explica Juan Cortázar.
De hecho, añade, “la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que el CBD es seguro, bien tolerado y no genera dependencia ni adicción. Si se adquieren productos de calidad y de fuentes confiables, los riesgos son mínimos”. A aquellas personas que tienen desinformación sobre este compuesto, “les diría que el CBD no es una solución mágica, pero para muchas personas ha sido una alternativa natural y efectiva para mejorar su bienestar”.
Innovación en la línea de productos
En solo cinco años, Upani ha conseguido ganarse la confianza de más de 14.000 clientes. Un reto difícil, ya que el mundo del CBD aún carece de regulación en muchos aspectos. Juan nos cuentea que el camino no ha estado exento de dificultades. “La alta competencia en el sector y la falta de formación empresarial fueron algunos de los obstáculos iniciales. Por no hablar de la competencia desleal con productos de calidad dudosa con precios ridículos que hacen que las marcas profesionales tomemos mala imagen. Si un cliente compra un aceite de mala calidad y no funciona los clientes pueden creer que el problema es el CBD en general y no esa marca. Tenemos muchos clientes que vienen de otras marcas y después nos dicen que el nuestro sí que funciona”, explica.
Para el CEO y fundador de la marca, lo que la distingue en su cercanía y su dedicación a escuchar las necesidades reales de las personas. “Nos entendemos porque nosotros mismos estuvimos ahí, buscando una solución para nuestra ansiedad y estrés. Esta conexión emocional es clave para que los clientes sigan eligiendo la marca, con una tasa de recurrencia de un sorprendente 48%”.
Una de las últimas innovaciones de la marca ha sido el lanzamiento de una crema con un 99% de ingredientes naturales, que se ha posicionado como uno de los productos con mayor concentración de CBD del mercado, ideal para aliviar dolores musculares y articulares. Juan afirma que uno de los productos que más alegría le ha dado es "el aceite 10% y 20%. Usados para múltiples problemas, como combatir los problemas de insomnio, estrés, ansiedad, inflamaciones, dolores musculares y menstruales”.
Próximos pasos: mejorar el B2B e iniciar la expansión internacional
Más allá de los productos, Upani tiene una fuerte identidad familiar. La marca se apoya en la tradición de la Perfumería Ibarrondo en Vitoria , un negocio fundado en 1950 por la abuela de Juan y que actualmente regenta su madre, con el que mantienen una relación estrecha en la logística. Este vínculo intergeneracional no solo les permite mantener una estructura artesanal, sino también un enfoque cercano, humano y auténtico. "Nos gusta mantener la cercanía que nos ha dado nuestra historia familiar”.
Ahora, su objetivo está puesto en la expansión internacional y en la búsqueda de nuevas oportunidades de crecimiento. "El reto del cuarto año era convertir la empresa en rentable, cosa que hemos conseguido. A partir de aquí, vamos a abrir mercados y crecer en el B2B", afirma Juan Cortázar.