El programa Autopia fue creado hace algo más de 15 años por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de Automática y Robótica, un centro mixto entre el propio CSIC y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) con la intención de mitigar las limitaciones potenciales de la conducción autónoma a través del uso compartido del control hombre-máquina y la cooperación con otros agentes de la carretera. Ahora, un grupo de estudiantes han rendido su particular homenaje al llamar bajo el mismo nombre del programa al proyecto que finalmente ha resultado ganador del 'Autonomous Driving Challenge 2018', competición de coches autónomos a escala, organizada por CARNET, el hub de investigación sobre el futuro de la movilidad fundado por SEAT, Volkswagen Research y la Universitat Politècnica de Catalunya.
La final tuvo lugar en el marco del festival de innovación #Imperdible_03, organizado por la Fundación Cotec, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, donde los siete finalistas pusieron a prueba sus prototipos, desarrollados por los propios estudiantes, en tres desafíos. En el primero, los coches tenían que circular, de forma totalmente autónoma, por una pista permaneciendo en todo momento dentro de los carriles y tomando las curvas, rectas e intersecciones en un tiempo límite. En la segunda prueba, los vehículos debían parar y retomar la marcha respetando semáforos, y, en el tercer desafío, han combinado todas las destrezas de los retos anteriores, con la dificultad añadida de que tenían que detectar y esquivar una serie de obstáculos, tanto estáticos como móviles.
Antonio Artuñedo está terminando el doctorado en la UPM y asegura que las razones por las que el proyecto Autopia –del que ha formado parte para esta competición, al igual que del propio grupo de investigación– ha resultado ganador podrían resumirse en el "trabajo duro de todo el equipo, especialmente en los meses previos a la competición y el orgullo de plasmar en una victoria todo ese esfuerzo". La influencia de la percepción, la localización y la cartografía en la toma de decisiones y las interacciones de las carreteras son cuestiones clave de investigación que articulan la actividad científica del programa Autopia y que el equipo de estudiantes ha sabido reflejar también en esta 'Autonomous Driving Challenge 2018'.
Para Artuñedo, la tecnología en el mundo de los coches autónomos está muy avanzada pero aún quedan algunos flecos por resolver. Por ejemplo, explica, "la aceptación y la legislación". En el primer aspecto, "debemos asegurarnos que el coche se comportará tal como queremos que se comporte, y para ello innovar en torno a la inteligencia artificiales fundamental". Por otro lado, "el marco legislativo aún está por definir y va a ser complejo adaptarlo al gusto de todos".
Además de las nuevas funcionalidades de aparcamiento, navegación, identificación y detección de obstáculos, que han demostrado los automóviles a escala, los asistentes a la jornada pudieron montarse en diferentes vehículos autónomos, crear un tema musical con sonidos de la ciudad, acceder a un software para descubrir su ciudad ideal, participar en talleres de arte urbano y asistir a actuaciones musicales.