Este verano, la consultora tecnológica VASS inauguró su nueva sede. Un lugar donde trabajan más de 500 personas que tienen un solo mandado: innovar. Especialistas en nuevas tecnologías, en la compañía integran productos y servicios destinados a la diferenciación de empresas, con “el valor de hacerlo sencillo”.
Su sede, en Alcobendas (más de 8.000 metros cuadrados), está preparada físicamente para los tres enfoques que utilizan a la hora de crear soluciones de objetivos de negocio: agilidad, flexibilidad y sencillez. En sus diferentes plantas, con habitaciones dedicadas a superhéroes, películas de ciencia ficción o ciudades, se lleva a cabo lo que se denomina como intrainnovación, es decir, utilizan el talento de los propios trabajadores de la empresa. Por todos lados hay buzones y salas preparadas para que cualquier empleado al que se le ocurra una idea (preferiblemente buena) pueda apuntarla sin necesidad de ir a un despacho.
Javier Latasa, presidente de VASS, cree que el talento joven “hay que explotarlo, pues al final, siempre tienen las mejores ideas”. Por ello, buscan a sus trabajadores en las universidades españolas, dándoles la oportunidad de desarrollar sus ideas y crear sus propios proyectos. Latasa incide en la importancia “vital” de este tipo de reclutamiento en el que la innovación se pone al servicio del trabajo convencional. Pero también, muchos de sus éxitos (más de 1.200 trabajadores, presencia en ocho países, una facturación cercana a los 80 millones de euros), se deben al papel que interpretan como incubadora. Podríamos decir que en VASS se unen todos los conceptos que se llevan escuchando hace años, como coworkings, aceleración, intraemprendimiento, intrainnovación, innovación abierta, design thinking, etcétera. Pero en esta ocasión, pueden darse todos de golpe en un enorme despacho llamado (siguiendo con el ejemplo del propio edificio) Star Wars. Toda la innovación posible en un mismo lugar. Y es que, como dice el propio Latasa, “sino innovamos desaparecemos como compañía”.
Básicamente ofrecen a las empresas hacerse más grandes, conseguir más clientes; les ayudan a ser más “ágiles”, es decir, más eficientes; y, por último, a ser más rápidas que las demás. Disrumpen digitalmente frente a grandes empresas como IBM, la gran multinacional estadounidense, siendo una compañía con 100% capital español. La llegada de las nuevas tecnologías a la vida cotidiana les ha hecho crecer, por lo que, tras haber obtenido un edificio preparado para sus nuevas necesidades, ahora se han propuesto llegar al año 2020 con unos beneficios de más de 200 millones de euros. Difícil, pero no imposible tras la progresión que han tenido en estos últimos cinco años.
Según el presidente de VASS, esto puede ser posible gracias a la estrategia que ellos utilizan: unir el talento propio con el ajeno. Y si es ajeno, atraerlo hacia la empresa. Este departamento propio se llama Innovation Depot, que actualmente tiene siete compañías, aunque al final de este curso crecerán hasta las veinte.
Uno de los más claros es el de Clarive, a los que hace tres años les ofrecieron un proyecto de software (siempre iniciativas difíciles) y que ahora tienen su propia empresa dentro del edificio de la consultora. Con esto, Clarive logra dos ventajas: en primer lugar, tienen el apoyo de una compañía que, por así decirlo, le “abastece”; en segundo lugar, que solo tienen que preocuparse de mejorar su software, muy utilizado por clientes ampliamente reconocidos de nuestro país para mejorar su estructura tecnológica. Un trabajo en la sombra que le ha permitido a Clarive ser el único software español en entrar en los cuadrantes de la empresa Gartner (una de las consultoras tecnológicas más reconocidas a nivel internacional), que lo consideran “el producto más visionario dentro del ámbito Aplication Release”.
Otra compañía que trabaja en el seno de VASS es J21Partners, que se dedican a trabajar con multinacionales TIC de Latinoamérica y Europa (esta vez también se reservan el nombre de sus clientes, aunque se pueden intuir). Como todos los emprendedores, en esta empresa necesitaban financiación, y través del trabajo conjunto y de la innovación abierta han conseguido seguir con sus trabajos en telecomunicaciones, Internet de las Cosas o movilidad.
Pero como se ha citado antes, la simbiosis perfecta de VASS es la unión entre la incubación y el talento propio. Así, este año han celebrado la primera edición de IDEAS VASS. “Nosotros solucionamos cualquier problema que pueda surgir en el negocio de nuestros clientes y los redireccionamos. Partiendo de esa base, hemos organizado un concurso de soluciones innovadoras entre todos nuestros empleados, pero no solo los de tecnología: cualquier ha podido acercarse y entregar su iniciativa. Obviamente hemos tenido unas bases claras, y todos los proyectos han tenido que respetar ciertos aspectos como el mercado, población, etc.”, explica Gonzalo Trigo, director de Innovación de la compañía. “Recibimos más de 70 ideas de las que hemos seleccionado 50, ya que había un gran nivel. Ahora nos encontramos en una segunda fase en la que tienen que realizar una presentación estándar para ver cuáles se pueden llevar a cabo sí o sí. Y quién sabe, a lo mejor uno de ellos puede entrar a formar parte de nuestra incubadora como Clarive o J21Partners”.
Tras pasar por casi todas las habitaciones del edificio, solo se ven caras jóvenes. Universitarios recién salidos de la facultad que ahora tienen la oportunidad de entrar por la puerta grande en el mundo tecnológico gracias a un concurso de la propia empresa para la que trabajan. Y en este sentido, lo que hace VASS con esos recién graduados también es innovación para el futuro.