«Hay que hacer accesible la electrificación a los ciudadanos», ha reivindicado Emilio Froján, CEO de Velca. Y esto tiene que ver también con el bolsillo. Su empresa ha puesto sobre la mesa una alternativa ante lo que considera «las ineficiencias del Plan MOVES, con la inminente entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones a partir de 2023 como telón de fondo: 4 millones de euros en recursos propios para un plan privado de incentivos directos a la compra de un vehículo eléctrico.
Según el Banco de España, el Plan MOVES solo ha hecho crecer un punto porcentual las matriculaciones de eléctricos en Asturias, Madrid, Cataluña, Baleares y Navarra, lo que revela cierta ineficacia de los planes públicos en su última milla, es decir, en llegar al consumidor final. Desde Velca consideran que los principales motivos son la falta de información, el exceso de burocracia (unos 15 documentos a rellenar), la descentralización de las ayudas, tener que anticipar su cuantía, la larga espera en recibirlas y su tributación posterior.
El plan privado plateado por Velca busca convertir las ayudas en incentivos directos e inmediatos a la compra, sin tener que declararlos a Hacienda y sin papeleo en su tramitación. Traducido a números: el conductor recibe al momento 1.100 euros en el caso de una motocicleta, 600 euros si es ciclomotor y 300 euros si es una eBike. Además, le entregan el vehículo en su domicilio, sin tener que desplazarse, listo para rodar.
Otro punto fundamental de este plan de incentivos es que amplía su alcance pues va dirigido a todas las modalidades de dos ruedas electrificadas, es decir, incluye no solo moto, sino también ciclomotor y bicicleta, en cualquier caso son medios de transporte que se pueden conducir con el carnet B de coche, en el caso de motocicleta hasta 125 cc. Para Velca esto es un aspecto clave porque el Plan MOVES adolece de una perspectiva amplia de la movilidad, ya que se limita al coche y a determinados tipos de moto eléctricas.
La empresa liderada por Froján cuestiona la máxima de que el sustituto de un coche contaminante tenga que ser necesariamente otro coche. En parte porque el vehículo más vendido en España es un usado de más de 10 años, en parte porque el acceso a un coche nuevo es muy complicado por la crisis de los microchips, los retrasos de hasta 7 meses en la entrega de un eléctrico, la inflación y la subida de los tipos de interés. En este sentido, la compañía recuerda que las ventas de motos hasta octubre acumulan un crecimiento de casi el 7% y, en particular, las motocicletas eléctricas de más del 60%, según ANESDOR. Sin embargo, las matriculaciones de turismos caen en ese periodo un 7%.
«De nada sirve aumentar la dotación en 400 millones de euros en el MOVES III, si estamos pidiendo a los conductores que anticipen sus ahorros, es decir, financiarlo durante un tiempo, y esperar meses a recibir la ayuda. Máxime en un contexto en el que la gente vive al día por la incertidumbre que nos rodea. No podemos poner el peso en el ciudadano, hay que repartir las cargas», sostiene Froján.