Vicente Atxa: “Las universidades deben apostar por la formación dual para mejorar su empleabilidad”

El rector de Mondragon Unibertsitatea plantea los retos de internacionalizarla y de asentarse como un referente en dicha formación a nivel estatal y europeo
Vicente Atxa, rector de Mondragon Unibersitatea.

Transformar la sociedad para reducir sus desigualdades. El rector de Mondragon Unibertsitatea (MU), Vicente Atxa (Oñate, 1965), repite casi en cada respuesta esa premisa que impulsa a la institución vasca desde sus inicios. En un punto de inflexión para la educación superior, acelerado en gran medida por la pandemia del COVID-19, la universidad se reinventa sin tocar sus señas de identidad. Atxa las dice de carrerilla: “cooperativa, de iniciativa social, que nace para responder a unas necesidades sociales”.

En base a estos valores, su rector añade dos cualidades que hacen de MU una institución “práctica e innovadora”. La practicidad de ser una de las instituciones universitarias con mayor oferta de titulaciones duales (formación teórico-práctica equilibrada y en empresas). Y la innovación que se refleja en la apuesta por una oferta académica que se renueva constantemente. Atxa menciona algunos de los títulos más relevantes para MU actualmente, como son “el ámbito de la ciberseguridad, del emprendimiento, de la Ingeniería Biomédica, el Business data analytics, de las Humanidades digitales globales, la Mecatrónica…”.

Todo ello sin olvidar que el estudiante es el eje de la institución. Sobre él también se aplica la innovación: “tiene que ser el actor principal del aprendizaje”. Así, el rector reconoce que todas las actividades de MU se intentan derivar a metodologías activas de enseñanza, donde participan los estudiantes con el desarrollo de sus propios proyectos durante toda la carrera.

En el día a día, esta directriz se refleja en el lema que menciona Atxa: “learning by doing”. Un convencido de que “aprender, se aprende haciendo”. Y se consigue a través de la puesta en marcha de proyectos reales que aprenden a resolver “en equipo. Los retos no se resuelven de forma individual”, apunta.

Presencialidad y formación dual, puntales de Mondragon Unibertsitatea

El confinamiento derivado de la crisis sanitaria global obligó a parar y, en consecuencia, repensar el proyecto. Atxa habla de algunas de las principales conclusiones a las que llegaron: “Hemos hecho una apuesta muy importante por la presencialidad”. De la experiencia de “aprender en el campus”, en especial para los estudiantes de primeros cursos. Además, se ha aumentado la asistencia física a las clases para el segundo semestre de este curso académico.

Sin olvidar que esta presencialidad ya va acompañada de la digitalización acelerada de los sistemas universitarios. “Vamos a valorar mucho la presencialidad pero vamos a exigir que la parte de digitalización acompañe o sustituya parte de ella”, continúa. Un proceso que, en el caso de MU, permitió salvar los escollos del decreto de estado de alarma debido a un plan de digitalización previo que permitió, en un fin de semana, reconfigurar la estructura de la universidad a un campus completamente virtual.

Atxa presume también de la fórmula de la formación dual que tiene MU, que aplica desde hace medio siglo. Un modelo dual que ya está presente en el 60% de las titulaciones que oferta la institución.

“Nosotros tratamos de hacer que lo antes posible nuestros estudiantes vivan el mundo de la empresa dentro de la universidad, que sepan lo importante que es el conocimiento de aportar valor a la empresa, mejorar su competitividad. Y esto lo hacemos a través de una relación muy estrecha con las empresas, a través de la formación dual en la que los estudiantes alternan su formación en el campus con el ámbito de la empresa. Esa clave hace que tengamos unas tasas de empleabilidad muy altas”.

En concreto, la empleabilidad en MU ronda el 90%, cifra que bajó ligeramente hasta el 88% en mayo de 2020. No hay secretos detrás de la formación dual, un sistema del que Atxa está plenamente convencido. “Lo importante, y lo que creo que las universidades deben de hacer para mejorar esa empleabilidad es creer en ese modelo. Donde la formación de las chicas y chicos no tiene por qué darse solo en el ámbito académico. Que tenemos que colaborar el mundo de la empresa y la universidad para que los estudiantes desarrollen capacidades alternando esa localización de sus sitios de aprendizaje”.

Sin abandonar otra de las actividades importantes: la formación de profesionales. “No podemos dejar que nadie en edad laboral se quede desenganchado. Cada año, formamos a más de 6.000 profesionales que vienen a recualificarse a Mondragon Unibertsitatea”.

 El “equilibrio” entre reforzar lo local actuando de manera global

“Tenemos que encontrar un equilibrio entre cómo reforzar la sociedad local pero actuando de manera global”, sentencia Atxa. Para ello, MU apuesta por reforzar las alianzas ya existentes con otras entidades y organizaciones y crear nuevas para aumentar la dimensión internacional de la institución. “Uno de nuestros elementos en nuestra planificación estratégica es ser una universidad más abierta, con más colaboraciones, pero entendiendo que nuestro punto fuerte es lo local”, razona.

Se apoya en datos, como que el 50% de los estudiantes que se gradúan en MU tienen experiencia internacional antes de finalizar sus estudios. Para el rector, “saber lo que pasa en el mundo, captar conocimiento en otros entornos, universidades, países, es clave si luego queremos hacer de nuestro país un país competitivo”. Al igual que quiere que lo hagan sus alumnos, también subraya la importancia de “colaborar y compartir conocimiento”. El objetivo se basa en la capacidad de captar y atraer talento.

Y que las fortalezas de la universidad, que en opinión de Atxa les han convertido en una “referencia nacional”, traspasen fronteras. La ya mencionada formación dual, la formación universitaria y la relación que MU mantiene con las empresas son los atractivos.

Investigación enfocada a atender las necesidades del entorno empresarial

En los últimos cuatro años, Atxa cifra en un crecimiento del 28% la actividad investigadora de la universidad. Parte que está financiada al 50% por el sector privado. Y que permite entablar una relación fluida con el mundo empresarial. “Los ámbitos en los que la investigación es más importante son los ligados para la competitividad de nuestro país. Siempre pensando en una investigación básica orientada, que tiene aplicación”.

En Euskadi, sin ir más lejos, los ámbitos de especialización giran en torno a sectores del presente y futuro. Desde la manufactura avanzada, la fabricación avanzada, el 4.0., la digitalización, la energía o incluso la salud. “Casi toda nuestra investigación está en estas líneas, donde se puede hacer investigación desde la vertiente tecnológica pero también desde la  empresarial”, señala.

Esos elementos de innovación en la oferta académica han llevado a que la institución que dirige haya aumentado en un 25% el número de estudiantes matriculados, indica Atxa. Su segundo mandato finaliza en 2023, se siente “orgulloso” de que una universidad de “tamaño medio” como MU sea referencia como universidad práctica e innovadora. “Y además saber que en ámbitos como la transferencia estamos en los puestos de honor del estado y, también, de Europa”.

Sin dejar de lado que el fin último de la universidad es llegar a todos. Hacer una sociedad mejor y ofrecer oportunidades de formación a cualquier persona. “A pesar de que somos una universidad no pública, lo que tenemos claro es que ofrecemos un servicio público”. Porque el mantra que tiene claro el rector es que MU tiene que contribuir a construir una sociedad “más justa, que genere riqueza y la reparta de forma equitativa”.

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