Hace tiempo que los videojuegos han saltado la barrera de la formación y están entrando en las aulas. Sin embargo, ahora han vuelto a dar otro paso en su uso multidisciplinar, para ayudar a personas que sufren de autismo u otras dificultades de aprendizaje, desde el ocio inclusivo. Es el caso de la asociación Desarrollo Autismo Albacete, que impulsa el programa europeo Exclusion Over by Minecraft.
La iniciativa busca mejorar habilidades sociales, cooperativas y comunicativas a través del videojuego Minecraft, “en el que no tienen tiempo para crear y jugar”, tal y como ha destacado Cristina Sáez, una de las personas responsables del proyecto. Es un juego en el que los usuarios deben construir una ciudad, sus casas y tienen que sobrevivir. De esta forma, el juego les permite desarrollar su creatividad, si bien “tienen unas normas que hemos creado en el club para que puedan convivir todos juntos”, ha subrayado esta psicóloga.
El objetivo es doble, tal y como ha señalado Sáez. Por un lado, que los chavales “se relacionen más y mejor y ganar mucho en flexibilidad, ponerse de acuerdo, colaborar. Hemos observado que entre ellos mismos se regulan: se tranquilizan, se dan estrategias…”. Asimismo, el programa también busca formar a educadores de otros centros en cómo estimular el proceso de aprendizaje de estos jóvenes a través del ocio inclusivo con metodologías novedosas. De esta forma, ha explicado esta psicóloga, podrán crear “su propio club, tener su servidor donde jugar y luego poder juntar a nuestros chicos con los suyos”. De hecho, ha recalcado, actualmente se está trabajando con otro centro de Lisboa.
Es un videojuego que, tal y como ha afirmado Cristina Sáez, “se les da muy bien y lo utilizamos para que ellos realmente no noten que estamos trabajando en eso, sino que ellos notan que juegan”. No obstante “firman un contrato de conducta y cada uno tiene las normas y estrategias para tranquilizarse, regularse, cómo hacer amigos. Pero no se trabaja como en terapia”. DE est
Mayor empoderamiento
La idea surgió después de que esta asociación impulsara un club Minecraft, a través de un servidor online privado, donde los participantes tienen que aprender a convivir desarrollando habilidades sociales y comunicativas como el trabajo en equipo o la empatía para la solución de problemas. De esta forma, ha finalizado Sáez, de lo que se trata es de “empoderarlos mucho más” para que “puedan generalizar” fuera del juego y el club estas habilidades adquiridas.