Diez años después de llegar a España en busca de una nueva oportunidad, María Victoria, ‘Viki’, Sequeiro, dijo basta. De sangre italiana y española, madre por partida triple, la emprendedora sitúa el principio de Eco Giro al Sol en sus propios orígenes. “Me precedieron 14 mujeres por parte de madre y 16 por parte de padre pertenecientes a una generación de mujeres fuertes del área rural de Buenos Aires, donde estrecharon lazos y expandieron su amor por la agricultura y la naturaleza”, explica a Innovaspain.
Llegó a España con 18 años. Después de una década dedicada en cuerpo y alma a la hostelería, fue consciente de que era imposible conciliar trabajo y vida personal. “Vengo de un pueblo donde las salidas laborales son escasas. Nos vendían como ejemplo de progreso la gran ciudad, pero no era tal. Paradójicamente, he terminado buscando en un pueblo la tranquilidad que tenía donde nací. Aquí vivo en equilibrio entre mi faceta como madre, el trabajo y el ocio. Es un lugar donde la gente te saluda y se para a ver qué estás haciendo”.
Ese lugar es Casares, un pueblo de la sierra malagueña de poco más de 6.000 habitantes donde Viki Sequeiro y su pareja encontraron poco antes de la pandemia lo que anhelaban. “Alquilamos un terreno y armamos los bancales con la idea de plantar un eco huerto; incluso acumulábamos agua de lluvia para no malgastar recursos. Somos fanáticos del tomate, pero la cosecha se nos fue de las manos”. ¿Qué hacer con todo ese excedente?
“Empecé a tirar del conocimiento de la familia sobre conservación de alimentos”, detalla la cofundadora de Eco Giro al Sol. “Por ejemplo, mi abuela paterna me hablaba de cómo sus antepasados secaban tomates al sol en Italia. En nuestro caso, necesitábamos incorporar la máxima seguridad al proceso. Al principio era un desastre: los tomates se llenaban de bichos, tierra, excrementos de gallina…. No podía ser”.
Después de mucha investigación y con el ecodiseño y la biomímesis por delante, Sequeiro ideó un sistema de deshidratación ecológica, pero segura. “No sólo se trataba de proteger las técnicas de los antepasados de secado al sol; también las propiedades de los elementos, considerando la inocuidad y la seguridad alimentaria”.
La consecuencia de “este cóctel que muchos ingredientes” fue el diseño de tres deshidratadoras solares dotadas de un filtro de aire que atrapa partículas y metales pesados del aire capaces de medir la calidad del aire que circula en el sistema. “Si el producto cultivado es bueno, nuestras deshidratadoras preservan todas sus propiedades. Es un auténtico bombazo”, asegura la emprendedora.
Sequeiro detalla que Eco Giro al Sol va por otro camino respecto al proceso de deshidratación industrial. “En el 90 % de los casos, la temperatura con la que deshidratan es muy elevada. Por bueno que sea el producto, perderá calidad nutritiva y enzimas que nuestro organismo no podrá aprovechar. Hay muchas deshidratadoras solares en el mercado, sobre todo en Latinoamérica, pero ninguna incluye un filtro de aire que descarte las partículas nocivas para nosotros y para el alimento”.
Admite que, hasta el momento, han “alucinado” con la reacción de la gente cuando prueba nuestro resultado final. “Les gusta el sabor. Logramos proteger el producto sin perjudicar su buena calidad de origen con un procesado limpio”. De hecho, la parte más ‘hardware’ del proyecto -la deshidratadora ha sido patentada por La Fábrica de Inventos-, es acompañada de una vertiente netamente gastronómica. El equipo trabaja en el desarrollo de Giro al Sol, “unos snacks que serán únicos en el mercado”.
El producto será elaborado con verduras procedentes 100 % de Andalucía, pero descartadas por su aspecto por las grandes cadenas de alimentación. Un ejemplo: “Las primeras pruebas del calabacín-pizza están siendo todo un éxito. Al calabacín deshidratado le añadimos tomate y especias. Lo han probado incluso los mayores de la zona y se quedan sin palabras. Con buena materia prima podemos revolucionar el mercado de los snacks saludables que tanto juego dan”.
Viki Sequeiro es una de las mujeres becadas por Fundación PepsiCo para llevar a buen puerto sus proyectos de emprendimiento rural. El anuncio tuvo lugar hace unos días en el V Encuentro Anual Ruraltivity de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR). “De alguna manera, devolvemos el producto al mercado. Con este tipo de apoyos completaremos algunos procesos, como el registro sanitario”.
Los responsables de la iniciativa consideran que el proyecto tiene mucho recorrido porque no se centra en una sola línea de negocio. Sequeiro no oculta que, para llegar más lejos, necesitan más inversiones. “Trabajamos mirando al futuro. Aunque la demanda marcará la presencia del snack en el mercado, debemos construir un centro de secado más grande. Nuestra intención es generar empleo en esta zona. Debemos proteger el campo, que es donde está el futuro de la soberanía alimentaria. Si no protegemos las producciones nacionales, nos enfrentaremos a problemas de escasez”.
En un sector “donde la presencia masculina es mayoritaria”, Viki Sequeiro recuerda cómo al principio de Eco Giro al Sol apenas le prestaban atención. “El emprendimiento femenino es fundamental en todos los aspectos. La mujer es libre cuando tiene independencia económica. Es la forma de elegir cómo, cuándo, dónde y con quién hacer tu vida. Más allá de lo económico, el reconocimiento de Fundación PepsiCo tiene un valor social importante. Tengo dos hijas y mi plan es llevarlas a lo más alto. Espero que de aquí surja una empresa familiar que les ayude a tomar sus propias decisiones en el futuro”.
La emprendedora cree que Eco Giro al Sol llega en un buen momento. “En Latinoamérica conservamos un amor por la naturaleza descomunal. Quizá Europa iba un paso por detrás, pero todo ha cambiado a raíz de la pandemia. La gente ve las cosas de otra manera. El cambio climático, este terrible calor…Todo lo ocurrido abre la mentalidad de jóvenes y mayores. Vamos hacia un cambio de paradigma necesario para encarar el futuro”, concluye.