‘Vilma’, el máximo exponente del ‘Lifelong learning’ con su formación a seniors

La startup EdTech, en plena ronda de financiación, se asienta sobre una plataforma colaborativa para mayores de 55 años. En sus primeras semanas han superado las 37.000 reservas de sesiones
Andreu Texido Jon Balzategui Vilma
Andreu Texido y Jon Balzategui, cofundadores de 'Vilma'.

Si la sociedad tiende a invisibilizar a los seniors, iniciativas EdTech pretenden empoderar a aquellas personas mayores de 55 años para que “exploren todo su potencial”. La hipótesis que comparte Jon Balzategui, CEO y cofundador de Vilma, tiene un argumento de peso: el “gran potencial” de la silver economy en España.

De hecho, remite a un informe elaborado por Oxford Economics, la Universidad de Salamanca y el Centro Internacional sobre Envejecimiento (CENIE).  Según los resultados estimados, la economía generada por este segmento de la población en nuestro país en 2019 supuso el equivalente al 26% del Producto Interior Bruto (PIB) español (325.000 millones de euros). “Por lo tanto, estamos ante un mercado lleno de oportunidades”, añade.

Otro gran síntoma positivo para lanzar Vilma es el gran potencial de la Silver Economy en España. Según Balzategui, el uso de las TIC en esta franja de edad “se ha disparado exponencialmente” en los últimos cincos años. De ahí que tanto él como su socio y cofundador Andreu Texido (COO), se pasasen del sector tecnológico al educativo con la fundación a mediados de 2021 de Vilma.

Pero el recorrido tan corto que tienen en el trabajo de esta plataforma colaborativa de formación no ha impedido que estén embarcados en plena ronda de financiación. Aspiran obtener alrededor de un millón de euros, tras contar con casi medio millón tras recibir el respaldo financiero de Antai Venture Builder.

“En nuestras primeras semanas de actividad, hemos superado las 37.000 reservas de sesiones”, presume Balzategui. Según la nota de prensa en la que anunciaban su lanzamiento, en apenas cuatro meses la compañía ha promediado 14 alumnos por clase. El dato de enero fue de más de 1.000 usuarios asistiendo a clases. De ellos el 25% han realizado más de cuatro clases en ese mes.

La comunidad ‘Vilma’, la gran apuesta

El CEO de Vilma divide en más de diez grandes categorías las temáticas en las que los senior se pueden formar. Así, hay formaciones en ejercicio físico; creatividad; tecnología; salud y bienestar; redes sociales; gastronomía; música; fotografía; arte; yoga; viajes; jardinería; manualidades; baile; pilates; zumba o meditación, entre otras.

Las sesiones suelen tener una duración aproximada de una hora. Estas se imparten en un horario “casi ininterrumpido” de 9 de la mañana a 9 de la noche. “En este sentido, todas las sesiones quedan registradas, por lo que se puede acceder a ellas en diferido”, matiza.

Evidentemente también se dan cursos en directo. Desde enseñar a preparar platos mediterráneos o a almacenar datos en la nube hasta uno para usar redes sociales. En todo momento, las formaciones se realizan en comunidad. “A través de ella, tanto profesores como alumnos se conectan a través de videollamadas para impartir o asistir a las clases en vivo”.

La metodología se asienta sobre clases “dinámicas” en grupos reducidos, para favorecer, argumenta Balzategui, “la socialización y la interacción” en un ambiente agradable. Asegura que tanto él como Texido han puesto especial cuidado en la experiencia de usuario. “Cuenta con una usabilidad muy fácil. Vilma ha sido ideada para ser manejada fácilmente por todo el mundo”, explica.

Al hacerlo más fácil, el usuario puede enfocarse en el contenido por completo y en la oportunidad de establecer relaciones. “Además, tenemos la suerte de contar con perfiles de usuarios y profesores con backgrounds muy variados”, celebra. De modo que estos “enriquecen y facilitan el crecimiento de la comunidad, así como también de nuestra oferta de actividades”.

“El Netflix de la educación y el bienestar de los senior”

No han dudado en calificar Vilma como “el Netflix de la educación y el bienestar” de los senior. Balzategui reafirma este calificativo comparando la famosa plataforma de streaming debido al “amplísimo catálogo” de formaciones y actividades con que cuenta. Ambas además tienen un modelo de negocio basado en la suscripción mensual.

Siguiendo esa comparativa, añade que Vilma tiene una sólida base en formato audiovisual “del mismo modo que una plataforma de streaming”. Eso sí, con una diferencia importante: “el factor interacción” que apuesta por la socialización y el sentimiento de pertenencia a una comunidad.

Según una proyección del Instituto Nacional de Estadística (INE), se estima que en 2068 España podría contar con más de 14 millones de personas mayores de 65 años, lo que representaría un 29,4% de la población total. Con esos datos, parece que la apuesta va en serio. “Además, se trata de una población activa y con poder adquisitivo, muy lejos de la imagen de hace años relacionada con la vejez”, recuerda su CEO.

Aunque acaba de nacer, las expectativas para Vilma son altas. “Europa es un mercado inmenso todavía por explorar” en el que hay más de cien millones de personas “en la franja de 55 a 75 años”, desgrana. Por tanto, otro de los objetivos para 2022, más allá de la actual ronda de financiación, está en los mercados del sur de Europa.

Para el medio y largo plazo, Balzategui y Texido quieren posicionar Vilma como la plataforma de aprendizaje y bienestar “de referencia” para los seniors en Europa y América Latina.

La ambición de ambos convive con la sorpresa. Y es que al CEO le resulta “extraño” que no haya más alternativas en el mercado que puedan ofrecer a este colectivo más oportunidades para que cubran sus intereses y resuelvan sus necesidades.

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