La empresa estadounidense Wheel the World ha ganado en el evento South Summit dos premios que le han dado el aliento que le faltaba tras una dura pandemia: el de Mejor Equipo y el vertical Travel and Tourism. Joanna Gruau, socia gestora del éxito de este proyecto, se muestra agradecida. “Trabajo en esta compañía americana, pero soy española y ha sido precioso poder ver que el talento en mi país esté tan cualificado y se valore. También es increíble conocer a tanta gente en tres días. Me llevo a muchas personas; a otros finalistas que han mostrado sus soluciones inspiradoras”.
Ese estímulo les anima a creer en lo que hacen: un proyecto social que es posible definir como una alternativa de Booking.com para personas con discapacidad y mayores que utilicen silla de ruedas en sus viajes por el mundo. Al digitalizar la accesibilidad, Wheel the World les permite reservar listados de viajes, con toda la información que necesitan para moverse con seguridad. A través de su sistema de mapas de accesibilidad, digitalizan los datos y los muestran en la plataforma según las necesidades de los usuarios. Todo ello gracias a la inteligencia artificial.
“Yo soy la cara de esta empresa, pero detrás hay personas con y sin discapacidad totalmente apasionadas. Es un regalo para ellos también, porque los últimos tiempos has sido complicados. Los premios son la sonrisa que necesitamos para continuar”, admite Gruau. Con la llegada de la emergencia sanitaria, Wheel the World se quedó sin viajeros. “Hubo un momento en el que todos los miembros del equipo nos sentamos para decidir qué dirección tomar. Fue entonces cuando empezamos a desarrollar la herramienta de la que disponemos para adquirir información de accesibilidad de forma remota. Fue complejo, pero ha sido una forma de revelar el producto que ahora mismo tenemos”, asegura.
Lo diferentes integrantes de Wheel the World trabajan en diferentes países y horarios. La empresa aporta una información muy valiosa para las personas con discapacidad. Muchos clientes no saben si puede entrar en el baño o en la ducha, o incluso por la puerta. Ellos ofrecen respuestas. “Vas a tener una habitación con todo lo que necesitas”, resume Gruau, como un lema. “Viajar es libertad y conexión con uno mismo. Esa es nuestra luz, lo que nos mueve, nuestra misión”, continúa.
Y el mundo, ¿también es un lugar más accesible? “Depende del país y de donde viajamos”, responde la integrante de Wheel the World. Lo que sí percibe es que hay personas con ganas de romper con carencias históricas para este tipo de turistas. “Podemos adaptar el conocimiento para enseñarles, porque al final somos nosotros los que ponemos las barreras dado que no tenemos conocimiento suficiente para ayudar a una persona con discapacidad o con movilidad reducida. Poder aportar el granito de arena y que ellos estén abiertos es un regalo”, concluye.