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Con la colaboración  de

Cosentino

YEMA, el supermercado que quiere ser la Coca-Cola de los productos ecológicos

La startup de la boliviana Ángela Ursic gana terreno en México con la venta de artículos amigables con el medio ambiente y producidos naturalmente
Una usuaria de Yema recibe un paquete que pidió a través de la tienda en línea. (Imageb: Yema)

La gente no consume ultraprocesados porque son la mejor opción. Lo hace porque son baratos, están en todos lados y su empaque suele ser más sexy. Eso explica el éxito de Coca-Cola en México: es el país que más la consume en el mundo. No debe sorprender. Hasta en el pueblo más recóndito de las sierra de Guerrero o en el desierto de Sonora se puede encontrar este refresco. “Nosotros queremos llegar a eso pero con productos ecológicos”, sentencia Ángela Ursic, cofundadora de la startup YEMA.

El nombre no es en balde. Tiene un doble sentido: yema como la parte central de un huevo o de una planta en crecimiento. Pero también por la huella dactilar, porque todo está al alcance del cliente. La empresa nació en 2019 cuando Ursic volvió de vivir en Francia unos seis años. Junto con el equipo fundador, integrado por René Candia y Lauréne Maire, decidieron que había que darle una vuelta a la tortilla en México. 

Los tres se habían frustrado por la falta de oferta de productos orgánicos, amigables con el ecosistema, saludables y, sobre todo, fabricados naturalmente. En una industria alimentaria como la mexicana, estas son palabras mayores. De hecho, el país norteamericano ocupa el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en sobrepeso adulto.

Ursic no se limita. Su objetivo está claro y así lo deja ver en una conversación por Zoom con Innovaspain: “Queremos ser el supermercado favorito de los mexicanos. Somos un modelo de tienda y marca. Lo que queremos es que el consumo saludable sea accesible para todos”. 

Precios competitivos frente a la competencia

Actualmente YEMA está físicamente en distintos puntos de Ciudad de México y Guadalajara, la segunda ciudad del país. Durante la pandemia, según cuenta Ursic, las ventas en línea llegaron a multiplicarse por 20. Parte del valor añadido de esta empresa es que ellos mismos son tienda, fabricante y distribuidora. “Eso hace que podamos tener precios competitivos”, apunta la empresaria boliviana. 

El crecimiento de la firma no solo se percibe en el número de ventas o de tiendas físicas en el país. El aumento de la plantilla es un buen parámetro para comprender que la oferta ecológica de YEMA llegó para quedarse. Un total de 60 personas acompañan a Ursic y sus compañeros cofundadores. Al principio, en febrero de 2019, solo eran los tres en un salón con un ordenador. Semanas después pasaron a 15 y desde entonces el número siguió creciendo. “Por fortuna todo ha funcionado bien. Todo está como una maquinita y nos dimos cuenta durante el confinamiento cuando los pedidos en línea se dispararon. Estuvimos a la altura”, enfatiza la empresaria.

Para Ursic el siguiente paso que debe dar la firma es el de la consolidación absoluta en el mercado mexicano. Para llegar a ser Coca-Cola, argumenta, ya se han cumplido dos de tres condiciones: son atractivos y tienen un buen precio. Ahora solo falta la omnipresencia. ¿Se dan las condiciones en México para que una oferta que no sea ultraprocesada pueda competir en ese aspecto? En YEMA creen que si todo sigue al mismo ritmo, así será. Y ellos llevan la delantera en esa carrera.

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