Comenzó su trayectoria profesional en el mundo de la banca, desarrollando estrategias financieras para posibilitar la inversión en innovación e internacionalización de las pymes. Posteriormente, Zigor Maritxalar Goñi emprendió su propio proyecto empresarial en el ámbito de la formación especializada. Ha desarrollado e implementado proyectos de formación para pymes y corporaciones, universidades (UPV/EHU) y administraciones públicas en materia de estrategia comercial, gestión de personas y emprendimiento, así como diferentes proyectos de consultoría estratégica.
1. A lo largo de su trayectoria profesional, ¿qué decisión ha tomado que haya tenido como consecuencia un mayor grado de innovación?
Si algo he aprendido durante mi andadura profesional es que una organización triunfa cuando innova y ofrece un producto diferente. Esta cultura innovadora es la que he trasladado a todos mis proyectos hasta llegar al momento actual, con la dirección del Grupo Implika.
Tras varios años de trayectoria en el sector de la formación, decidimos apostar por las potencialidades que ofrece el marketing digital en cuanto a la captación de clientes. Por ello, hemos dedicado una importante inversión al desarrollo de un CRM propio, así como el diseño e implementación de técnicas de inbound marketing. Además, hemos puesto en marcha una herramienta de lead rating que valora la probabilidad de conversión de cada contacto para facilitar y optimizar las acciones comerciales que se desarrollarán con cada persona que solicita información.
Igualmente, un factor relevante para nosotros en cuestión de innovación se centra en mejorar nuestro servicio al alumno mediante el uso de nuevas metodologías de aprendizaje. Desde la creación de nuestro campus online (recientemente premiado por la Fundación Gala) hasta el desarrollo de soluciones big data para identificar tendencias de mercado dentro de nuestros servicios, tratamos de diferenciarnos en lo que somos mejores y nos adaptamos a las exigencias del sector.
2. ¿Cuáles son las claves para culminar con éxito un proceso innovador?
Creo que la clave del éxito en la innovación reside en tres factores:
– En primer lugar, la orientación a resultados juega un papel primordial a la hora de sacar adelante cualquier proyecto de innovación. Para ello, será necesario evaluar cada cierto tiempo la relación entre los recursos empleados y los resultados que hemos conseguido para comprobar si se ajustan a las metas establecidas.
– En segundo lugar, tiene que ser un proyecto compartido e interiorizado por todas las áreas de la organización: dirección, operaciones, ventas, gestión de personas, finanzas…
– En tercer lugar, me parece fundamental contar con la motivación y el talento propio de las personas y su capacidad para aportar su visión y conocimientos particulares.
3. Tres consejos para quienes estén dispuestos a abordar cambios, acciones o procesos innovadores en su empresa o entorno.
En primer lugar, está claro que tiene que ser una decisión consensuada entre todas las personas que conforman la columna vertebral de una empresa. Cualquier proceso de transformación implica a personas, y todas tienen que interiorizar este cambio y asumirlo como propio.
En segundo lugar, es imprescindible contar con un project manager o persona responsable que lidere el proceso innovador y se encargue de velar porque se lleva a cabo.
En tercer lugar, y como bien dice el refrán: “Si no apuestas, no ganas”. Pero tienes que ver hasta dónde estás dispuesto a apostar. Yo aconsejaría a futuros innovadores que busquen el equilibrio entre el riesgo y la oportunidad estableciendo, por supuesto, unos límites coherentes. Innovar por innovar no sirve de nada, siempre que no haya una necesidad de mercado detrás, y ahí está la oportunidad.
4. ¿Cuál es, a su juicio, la mayor innovación que ha tenido lugar en los últimos 50 años en todos los ámbitos?
Además de internet, cuya creación ha supuesto un verdadero punto de inflexión en nuestro modo de vida a todos los niveles, no cabe duda de que la conectividad de la telefonía móvil ha sido otro de los grandes hitos del pasado.
Todo ello nos ha conducido a lo que comúnmente conocemos como un mundo globalizado que ha contribuido al desarrollo económico y cultural de la sociedad. Aspectos como la integración y la facilidad de las comunicaciones, el libre movimiento de mercancías o la extensión de los derechos humanos han afectado a la propia forma de entender la sociedad y la relación entre todos los que la conformamos.
Otra de las grandes innovaciones de las últimas décadas está ligada a la demanda de energía por parte de esta sociedad globalizada y su capacidad de generación sostenible. En los últimos cien años, la población se ha quintuplicado, aumentando exponencialmente el consumo de energía. Por tanto, la industria energética se enfrenta a un gran desafío: cambiar gradualmente hacia las energías renovables.
A pesar de que esta transición ya ha comenzado a fraguarse en las últimas décadas, aún constituye una asignatura pendiente para todos los agentes implicados, al igual que ocurre con la labor de concienciación de la población sobre los beneficios del uso de energías renovables.